No deja de ser curioso, que un pueblo o ciudad como la antigua Vetusta, festeje un Sant@ que no sea su patrón y que además no tenga ninguna vinculación con el lugar o su entorno. En el caso que nos ocupa, los culpables son; un avispado mandatario local y “La Perdonanza”.
Según opinión unánime, las fiestas de Oviedo se celebran en estas fechas, como consecuencia de la gran cantidad de Peregrin@s que se congregaban en la ciudad con motivo de la celebración del Jubileo de la Santa Cruz o “Perdonanza”, recayendo sobre San Mateo por pura casualidad, ya que el último día de “Perdonanza” coincide en el santoral con la del Apóstol Evangelista.
Imaginemos el espectáculo que la llegada de las caravanas de romeros debía ofrecer a los habitantes de la vetusta ciudad, que a mediados del siglo XIII sólo contaba con unos novecientos vecinos. Cubiertos de polvo y fatigados del camino, hablando entre sí en lenguas extranjeras … debieron de animar los atardeceres de las rúas ovetenses en más de una ocasión.
Texto extraído de: Las Peregrinaciones a Santiago
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| Foto procedente del archivo de LVA |
Recordar que hoy es el último de La Perdonanza y durante la misa Mayor, a las 12 de la mañana, se imparte la bendición por última vez en el año con el Santo Sudario, que a la entrada de la misma se pueden comprar las típicas “paxarines” (figurillas realizadas con harina de pan teñida con azafrán y horneadas) utilizadas como amuleto para proteger las casas de las tormentas y también beber agua de la Hidria de las bodas de Caná, que se guarda en la Catedral.
¡Por cierto! … el patrón de Oviedo es San Salvador, de la Archidiócesis Santa Eulalia de Mérida y de Asturias, la Virgen de Covadonga o "La Santina" como cariñosamente la llamamos los asturianos.
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