6 mar 2012

La maldición del "dominguer@"



Tal parece que sobre los asturianos, que solo disponemos del domingo para descasar, pesa una maldición que no nos permita disfrutar de un solo día completo sin que llueva.


Pues bien, mientras que Ana prefirió darse un paseo por la Puerta del Sol con el pretexto de hacerle una visita a Nayra, yo intenté de nuevo reconocer el trazado que hoy "bautizamos" como “Camino Perdido”, en esta ocasión con un resultado más que satisfactorio.


El “Camino Perdido” al que lógicamente le dedicaremos alguna entrada más e incluso una pestaña, es una alternativa, desvío o variante, que antaño era utilizada por algunos Peregrin@s para alcanzar la antigua Maliayo (actual Villaviciosa) o Amandi, desde San Salvador de Priesca pasando antes por San Salvador de Fuentes.


Hoy dejé el coche en la Vega de Priesca, desde donde ascendí al barrio de La Prida, para continuar por el camino que baja hasta Les Mecedures, confluencia de los ríos de Ñabla y el de La Sota o de La Vega como señala algún mapa, lugar donde todavía quedan en pie los muros del antiguo molino de Mestres, una cabaña y dos curiosos puentes.

Molino de Los Basares, al fondo el pequeño puente

Siguiendo en dirección SO el curso del río de La Sota, nos iremos encontrando sucesivos restos de los molinos de La Cerval, La Peña y Los Basares con su peculiar puente. Poco más arriba cruzamos la riega de Galán, para alcanzar al poco trecho las casas de San Bras, lugar donde el camino se abre y nos deja ver la sierra del Sueve y el entorno del valle de Miravalles, desde aquí el camino continúa por Les Felgueres, La Sota y Puente de La Magdalena.


Aquí decido hacer una parada para saludar a mis tíos políticos Irene y Ángel, pero ...


... se acabó el reconocimiento, ya que pese a ser "de la parte fuera" me trataron como si realmente no lo fuera, una cerveza ... unas anécdotas, otra cerveza, unos cuentos de antes, una visita a Cristiano a la cuadra ... o lo que es lo mismo un rato para no desaprovechar. Como comprenderéis mereció la pena dejar para otro día el resto del Camino, que ya es terreno conocido. Además de las cervezas y el agradable rato, me proporcionaron los nombres de lugares que señalo en negrita. En el primer tramo de regreso me acompañan hasta lo que era la fuente del Teyón los "Angelinos".

Los "Angelinos" en El Teyón

Como no podía ser de otra manera, cuando hacía el camino de vuelta hasta La Vega de Priesca a recoger el coche, se cumplió la maldición del dominguer@ y se puso a llover a cántaros.

2 comentarios:

  1. Sin que sirva de consuelo aqui vuestros vecinos del Norte, nos pasa lo mismo no hay salida de revisión y Marcaje del Camino que no nos mojemos... o poco o mucho, pero llueve siempre (hasta ahora), buenas fotos

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    1. Nosotros no perdemos la esperanza de que nos de algún día que otro de tregua. Un amigo nuestro dice, que la lluvia en el norte, es una de las razones por las que se popularizó el Camino Francés ... ja ja, pero llegará el verano.
      Un saludo y muchas gracias por seguirnos

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